Aquí está, ya llegó. Y no, no estamos hablando de la primavera, que también. Ya llegó la temporada de bodas 2015. Y la primera para nosotros fue este mismo sábado. Un día de los de encargo: temperatura agradable, nubes y claros, un poquito de viento y una pareja dispuesta a sacar partido a tope de uno de los días mas especiales de su vida. Nosotros para las ocho de la mañana estábamos en pie de guerra. Primera parada, la peluquería. Mira que insistimos a las novias: no por mucho madrugar, te casas mas temprano. Pero ni por esas. Cuando todavía no estaban puestas las calles, nosotros ya estábamos con Jaione y su familia en la peluquería. A partir de aquí, un no parar. Peluquería con Aitor y casas de la novia y del novio, con madres nerviosas incluidas. Y eso a pesar de que insistimos una y otra vez en que estaban tan guapas como los propios novios. Después, ceremonia en la Ciudadela de Pamplona. Breve, pero intensa. Una vez concluida ésta, banquete y fiesta posterior en el Restaurante La Hacienda de Mutilva. Ambiente por todo lo alto, regalos y risas, muchas risas. Lo que sucedió una vez apagadas las cámaras, eso ya no lo sabemos. Dicen que una retirada a tiempo es una victoria, así que creemos que este sábado termino con victoria. La victoria que supone un trabajo bien hecho.