Wedding


Ayer, boda. Mejor dicho, yesterday, wedding. Ya desde el punto de la mañana comprobamos que iba a ser una boda diferente. Para empezar porque estábamos en Donostia, tal vez, digo tal vez, la ciudad más bonita del mundo. Más bonita y más cara. Pero este es otro tema. Segundo dato que reafirmaba nuestras sospechas. Los novios, Oyana y Vic eran ingleses. Y sus familiares y amigos, casi todos, también. Tercer dato: La novia se aloja en el Hotel María Cristina. Un hotel de película. Especialmente emocionante fue cuando al llegar, en la recepción nos preguntaron si éramos Pixelart. ¡Nos conocían! ¡En el Hotel María Cristina! Casi lloramos. Más tarde la novia nos comentó que dejó nuestro nombre en recepción. Casi lloramos de nuevo pero esta vez con la decepción. Allí empezó un día genial. Con personas geniales y en lugares geniales. Para muestra un botón. El restaurante Mirador de Ulía. Asomarte a su cristalera era un auténtico espectáculo. Con un calor, eso si, que de genial no tenía nada, fueron pasando la horas. Hasta que llego el momento de mostrar nuestro trabajo. Al parecer, les gustó. Y nosotros, más que satisfechos, de vuelta a casa. Eso si. Me quedó una pequeña decepción. A las cinco o´clock, no hubo té. Hubo unos solomillos tremendos, pero té, por ninguna parte. Bueno, no para todos, para nosotros a esa hora hubo café. A las five o´clock.