Un gran día


No era una boda más. Era la boda de Aimar y María. La boda de una navarrica y un giputxi de pura cepa. Ambos comparten profesión y lugar de trabajo. María frente a las cámaras, mostrándose tal y como es. Simpática, alegre y optimista. Aimar, tras la cámara no se puede mostrar tal y como es con tanta facilidad. Pero los que le conocen saben que es un tío simpático, responsable y sobre todo bueno. Bueno como operador de cámara y bueno como persona. En ambas situaciones con un «muy» delante. En definitiva, dos grandes personas. Todo aquel que les conoce lo puede confirmar.
Entre focos, cámaras y maquillajes se conocieron y en el Hotel Muga de Beloso, entre focos, cámaras y maquillajes se casaron. Para mi fue un día especial. Por muchos motivos. Entre ellos la amistad que me une a la pareja y la nostalgia de compartir mesa y mantel con aquella gente maravillosa que dejé en mi pasado televisivo. Día de reencuentros, de recuerdos y anécdotas, de risas, muchas risas y como no, de emociones. Un gran día.