Posts Tagged Fotos de boda

El blog

Ni dos dias hace, bueno, quizás para cuando leas esto, hará mas de dos días. Pero tampoco se me ocurría otra forma de comenzar. Como decía, no hace ni dos días que me encontraba tomándome un café en mi cafetería habitual. Esa que está en la calle Monasterio de Irache 14. Es el Taberna que hace esquina, frente a la audiencia. Por si no lo sabes, preparan el mejor café de Pamplona. Pues eso, que estando allí se me acercó una chica y me dijo que me conocía. Al principio pensé en sacarla de su error, mi parecido con Brad Pitt siempre me ha traído problemas. Pero opté por escucharle. Se declaró admiradora de nuestro trabajo. No de mi. Que raro. Fan incondicional de nuestras fotografías y videos. Le pregunté de qué nos conocía. Su respuesta me dejó anonadado. Nos conoce por nuestro blog. Si. Este mismo que estás leyendo ahora. Podrás hacerte una idea de la ilusión que me hizo. En un alarde de generosidad me empeñé en invitarle a algo. Un botellín de agua no es un gasto excesivo para un autónomo. Estuvimos un rato charlando sobre Pixelart. Historia, organización, quienes somos y de donde venimos. Los cinco minutos de charla se me hicieron muy cortos. Pero en el momento de despedirse me comentó algo que no me esperaba. Me dijo que echaba de menos mas entradas en el blog. Que escribo a cuenta gotas. Que no quería molestarme con su apreciación. Era una crítica constructiva. Y tiene razón. No puedo enfadarme por un comentario así. No importa que venga de alguien totalmente ajeno al mundo de la fotografía. Opinar sin saber es gratis. ¿Enfadarme yo? ¿Por un comentario desafortunado y carente de sentido ni criterio? Para nada. Y nos marchamos cada uno por su camino. Ella con sus pensamientos y yo pensando en porqué el botellín de agua ahora me parecía caro. Pero si, Eduvigis, si estás leyendo esto, que sepas que tenías razón. Intentaré escribir mas a menudo. Algún día intentaré escribir hasta bien. No digo mas.

Viajar

La de vueltas que da la vida. Y no solo la vida. La noria, un tiovivo o la rueda de una bici por poner algún ejemplo, también dan vueltas. Pero en este caso vamos a hablar de la vida. Continuamos con la boda de Valencia. De Lucía y César para ser mas exactos.
¿De donde nos llega esta boda? Os lo cuento brevemente.
Un día, recién comenzada la andadura de Pixelart Creativos se presenta una pareja en nuestra primera sede. Burlada. Estamos empezando pero tienen una fe ciega en nosotros. Son Nerea y Luis. Desconocidos entonces y amigos ahora. Pues bien, coged un mapa que os vais a perder. Nerea y Luis se casan en Valdemadera, pero son de Cervera del Rio Alhama. Nerea el día de su boda, decide peinarse en Corella, maquillarse en Cintruénigo y vestirse en Cervera. Luis, para compensar, lo hace todo sin salir de su casa. Bien. Se agradece el parón. La boda, como os comentaba, se celebra en Valdemadera, pero el banquete es en Cintruénigo. Id haciendo cálculos. En Cervera, conocemos a Lucía y César, este último hermano de Luis. Pasados casi un par de años, recibimos una solicitud en nuestra nueva y flamante oficina de Pamplona. Son Lucía y César, que se casan en Valencia. Nuestro si es inmediato. Cero dudas. Hay que organizar un desplazamiento que termina alojándonos en Cullera. Por lo tanto, con esta familia, hemos realizado el siguiente recorrido.
Pamplona, Cervera, Corella, Cintruenigo, Cervera, Valdemadera, Cintruénigo, Pamplona, Cullera, Valencia y Pamplona. No se si alguien se ha perdido. Yo escribiéndolo, casi. Lo dicho. La vida da muchas vueltas y Pixelart, mas. El año que viene no sabemos que llegará. Estaremos atentos y dispuestos. Ojalá.

Lazos

Los lazos que te unen a un lugar son vínculos indisolubles. La tierra te llama. Puedes nacer a miles de kilómetros de distancia. Da igual. Esos lazos están ahí. Son invisibles pero se sienten. Se llevan muy adentro. Eso si, saltan a la superficie cuando nadie les llama. Al cerrar los ojos y recordar tu infancia. Cuando te cruzas con alguien por la calle y su colonia, esa colonia, huele a momentos que pasaron pero que nunca se fueron. Los recuerdos huelen. Huelen al café de las mañanas en aquella casa que ahora recuerdas de una manera tal vez idealizada. Huelen a mar. A montañas. Huelen a juegos de niños, a juguetes, a parques y a caramelos. Esos recuerdos conforman los lazos. Los lazos que llamaron a Oyana cuando decidió que si, que se casaba con Vic. Esos mismos lazos les trajeron a Donostia, a su tierra, a sus recuerdos, a sus antepasados. El hotel María Cristina, la Basílica de Santa María del Coro o el Restaurante Mirador de Ulia crearon nuevos lazos de unión. Unión de familiares y amigos de distancias tan alejadas entre si como son Liverpool y Donostia. Miles de kilómetros unidos por un pequeño gran lazo. En este caso el lazo del amor. Si, el final ha quedado un poco cursi. Pero no por ello es menos cierto.

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El novio

El novio. Esa persona que siendo tan protagonista del día como la novia, generalmente queda en un segundo plano. Llega antes que su futura esposa, se baja del coche, y todos le miran pero nadie se le acerca. De hecho, él es el que da el primer paso, el que decide acercarse a los invitados que le observan. Se dice que ese es el peor momento por el que pasa este secundario de lujo. Desde aquí queremos romper una lanza en favor de todos los novios del mundo, son tan protagonistas como las novias, tan elegantes y bellos como puedan ser ellas. Siempre tienen una sonrisa mientras esperan la aparición de ese faro que desviará todas las miradas. Preparan el terreno para la llegada de la mas hermosa del día y después, algunos a regañadientes, la mayoría gustosamente, pasan a un segundo plano, a resguardo de las miradas. No de todas las miradas. Algunos logran captar la atención con su simpatía, su elegancia o su media sonrisa. Aitor es el mejor ejemplo, una mirada a cámara de uno que sabe ser tan protagonista como ella. El chico de la sonrisa peligrosa. Ese es Aitor y Jaione bien lo sabe.