Hay veces, haciendo reportajes fotográficos, en los que llegas a conocer mucho a la pareja, en las entrevistas con ellos, algunos correos electrónicos, la preboda, el día de la boda en los preparativos, todo el día juntos…Son muchas horas en las que al final crean una confianza. Este trabajo de «fotero» me da muchas satisfacciones, entre ellas, conocer a gente como Oihane y Javier, una pareja encantadora con la que disfruté un montón el día de su boda. Cuando entré en casa en los preparativos, enseguida me empece a sentir como uno más de los que allí estábamos, y eso ya es una gozada para poder empezar a sacar las fotos con mucha tranquilidad. Y sobre todo, algo que nos suele gustar mucho a los pixelart, quisieron hacer el reportaje de fotos tomando unos potes por la parte vieja, ya que ellos vivieron en la calle mayor, y esa tranquilidad de tomar unos potes mientras sacamos las fotos de la boda para nosotros no tiene precio. Javier, Oihane, trabajar con gente como vosotros es un Lujo para cualquier fotógrafo de bodas, ¡¡BESARKADA HAUNDI BAT!!