Allá por enero, cuando todo el mundo estaba haciendo su repaso del año pasado, nosotros andábamos bastante ocupados comiendo langostinos y bebiendo champán. Ahora que el furor de un nuevo año se ha esfumado, venimos a mostraros una pizca de lo que este 2017 ha sido para nosotros como fotógrafos de boda.
En cada imagen hay una historia y lo que nos gusta de todas ellas es que son distintas y únicas. No vamos a olvidar aquella boda en la que esperábamos ansiosos la salida de los novios y en pocos minutos nos empapamos tanto que no sabíamos si acabábamos de salir de la ducha o de una Iglesia, o cuando mantearon tan alto al novio que rezábamos para nuestros adentros para que no tocara suelo, o cuando una novia dio un discurso tan espontáneo como emotivo y nosotros no sabíamos si llorar o seguir haciendo click…
Porque sí, a veces nos emocionamos y este vídeo es una buena prueba de ello.
Gracias por un 2017 repleto de montañas rusas y vestidos blancos.