Instante. Instante es según la RAE una porción brevísima de tiempo. Pues no podemos estar más en desacuerdo con la Academia de la Lengua. Hablemos de una fotografía. Capta un instante que dura toda la vida. Tal vez parezca una contradicción y tal vez lo sea. Pero a parte de que me gusta llevar la contraria, no es menos cierto que cuando hablamos de fotografía hablamos de instantes que perduran. Ese «click» guarda una mirada, un beso, una sonrisa. Cualquier gesto. Queda congelado para que no se pierda, para que no se estropee. Para que, cuando los años pasen y los recuerdos comiencen a desenfocarse, cuando las evocaciones comiencen a disiparse entre montañas de vivencias más recientes, podamos mirar esa fotografía y que ese momento concreto cobre vida, ese instante congelado tenga movimiento. Cerraremos los ojos y volveremos a escuchar a nuestros amigos y familiares, tal vez intentemos dirigirnos a ellos con el esperanza de que nos oigan. Volveremos a sentir aquella brisa al atardecer en Bodega Otazu , notaremos el tacto de aquellos abrazos y la humedad de aquellas lágrimas. Sabiendo que esa magia desaparecerá cuando abramos los ojos, disfrutaremos del momento. Por eso es tan importante una fotografía. Por eso, porque es un instante que dura toda una vida.
Fotografía: Gorka Alaba
Fotografía: Arantxa Egüés













