Buscamos reflejos

Buscamos reflejos. Por todos lados. Muchas veces, nos encontramos a nosotros mismos mirando hacia donde nadie lo haría, buscando ese rayo de luz que golpea en un punto concreto, esa ráfaga de aire que mueve una melena o ese reflejo en un escaparate, en una armario, en una mesa o cristal. Tienen algo mágico los reflejos. Son un punto de vista diferente de una situación. Por eso, por ese punto místico que se logra con una fotografía reflejada es por lo que una y otra vez buscamos los reflejos. Y es por eso también, que hay veces que miramos a un punto extraño, y cuando volvemos la mirada, nos encontramos a un novio o novia, observándonos, esperando una explicación antes de pensar, no sin parte de razón, que estamos un poco locos. La expresión de los novios en ese instante no tiene precio. La expresión después de la explicación, tampoco varía demasiado, la verdad. Supongo que se quedan con la idea de que estamos un poco locos. Que le vamos a hacer, un punto de locura no viene mal. O al menos, preferimos pensarlo.