BODA EN MONASTERIO DE IRANZU
– EDU Y ALBA –
Boda en Monasterio de Iranzu.
Uno nunca se va cuando lo que más quiere sigue aquí. Uno nunca se va, aunque ya no esté. Siempre hay recuerdos que lo traen de vuelta, sueños en los que se cuela y estrellas fugaces con las que saluda a quienes aún se atreven a buscarle en el cielo. Las personas que se van de este mundo tienen una mirilla por la que de vez en cuando, nos observan para alegrarse con nosotros, nos apoyan si lo necesitamos y nos impulsan cuando ya no nos quedan ganas de alzar el vuelo.
Edu y Alba lo sabían aquel sábado que se dieron el «sí quiero» en el Monasterio de Iranzu y luego celebraron el enlace en las Bodegas de Otazu. Hay pequeños detalles que mantienen junto a nosotros a quien pululea por otras galaxias. En este caso, fue Edu quien le quiso regalar a Alba y a su familia, este vídeo. Así, les recordó que él sigue aquí, abrazando a su hija cada vez que ella lo necesita y emocionándose mientras la ve caminar tan increíblemente hermosa, hacia el altar.
Porque quizás haya casualidades que simplemente son eso, coincidencias mundanas. Pero luego están las casualidades que forjan, como bien cuenta el vídeo, el destino. Y qué agradecidos debemos estar por ello. Me gusta imaginar que las casualidades son niños revoltosos que nos agarran de la mano y nos llevan al lugar exacto donde tenemos que estar en ese preciso instante.
Como cuando Alba le dijo que sí, para siempre y a Edu le vibraban las pupilas ante tanta felicidad.
«Porque las casualidades y el azar van a marcar nuestro destino, lo queramos o no»: